Esta es la realidad que se escribe en el día a día de las carreteras y calles de España, una realidad llena de infracciones con capacidad de matar que llega a rodear las pistas de exámenes de la DGT y que la DGT, en el arte de tapar la mierda bajo la alfombra, sigue ocultando y no actuando, pese al riesgo y la alteración de la seguridad que sufren los ciudadanos.