Carlos López se ha ido a vivir a la institución de sus desvelos. La de ayer ha sido su segunda noche ante las mismas puertas de la Jefatura Provincial de Tráfico en Santander, metido en su coche y aparcado en zona azul -si hay alguien dentro no multan-. El vaho de los cristales no deja lugar a dudas: ese coche está habitado. Los vecinos miran. Pero nadie se interesa. Ni siquiera los propios funcionarios. Ante la ausencia de, al menos, un reproche por su actitud, el propio Carlos avisó de su cruzada a un abogado de Tráfico, «y me dice que le parece muy bien, que es un sitio público».
Es su manera de mostrar la catástrofe en la que se ha convertido su vida desde que un ‘error’ -la propia Dirección General de Tráfico revocó el expediente abierto en su día contra Carlos- le dejó sin puntos en el carné y provocó su caída en picado. Perdió su trabajo, se quedó sin dinero y la guinda llegó el jueves, cuando su pareja le dejó y tuvo que marcharse del piso que compartían. Con su ‘aparcada’ pretende que Tráfico le devuelva su vida: «Que me busquen un empleo igual al que tenía antes, para que pueda ir para adelante».
Al final de su lucha conTráfico, el organismo le dio la razón y después de ocho meses (los puntos los tenía agotados desde febrero) le reconoció su derecho a conducir. Pero la victoria no le ha devuelto todo lo que había perdido desde mayo. Así que ha enviado a la DGT otros escritos en los que pide que se le indemnice con los 13.000 euros que había invertido en una vivienda que perdió y los 3.000 euros mensuales que dejó de ganar al quedarse sin su trabajo.
Suma los daños morales por haber sido detenido en Santillana del Mar «sin motivo y en plena calle, por un supuesto delito que es conducir sin permiso de conducir, del que fui declarado inocente». Total: 60.000 euros.
Como no hubo respuesta, y dado que le siguen llegando multas atrasadas con recargo del 20% por no pagarlas, también reclama que su indemnización crezca el mismo 20% por la demora. Lo hace todo solo, porque no tiene dinero para pagar un abogado y tampoco le conceden uno de oficio, «porque se basan en mi última declaración de la renta, y yo antes ganaba mucho».
López sabe que no le van a dar nada. Y tampoco le importa. Sólo quiere «un trabajo». Hasta que no se lo den no piensa mover el coche de las puertas de la Jefatura Provincial de Tráfico. «Aquí me quedo hasta que aguante».
Rechaza que le comparen con un ‘sin techo’, «no quiero limosnas ni caridad», dice digno, tapado con una manta que le cubre hasta la barbilla en el asiento del conductor. Su primera noche (la del jueves) la pasó en vela, tiritando de frío, porque estas noches los termómetros bajan en la capital hasta los tres grados. Apenas pone la calefacción del coche para no gastar gasolina, que la necesita por si le sale algún trabajo.
En las ventanas tiene pegados carteles en los que ofrece sus servicios de fontanero las 24 horas, un oficio que antes de perder el carné le dejaba un sueldo considerable, «de 800 ó 900 euros a la semana, trabajaba para compañías de seguros y hacía tres o cuatro servicios diarios. Sin carné dejaron de contratarme. Ahora, como mucho, puedo ganar 57 euros cada tres semanas por un servicio, y si sale».
Usa el cuarto de baño de la cafetería situada en la Plaza de Numancia, donde a veces se toma un café. Y come panecillos que compra en el súper. Pero es diabético y no se pincha la insulina que necesita tres veces al día, porque explica que no puede tener el medicamento en el coche. De seguir así, «puedo quedarme ciego o quedarme en el sitio, depende de los nervios…». Asegura que le importa poco, «lo mejor es que me dé un jamacuco».
El inicio de su sinvivir
A este catalán de 40 años que vive en Cantabria desde 2008, todo comenzó a irle mal el pasado mes de mayo, cuando en un control de la Guardia Civil acabó detenido por conducir con el carné retirado desde febrero, cuando perdió todos los puntos por cuatro multas de exceso de velocidad emitidas en Cataluña y País Vasco que nunca le fueron notificadas porque no le llegaron a su domicilio en Cantabria.
A finales de julio fue absuelto de su presunto delito por el Juzgado de lo Penal nº3 de Santander, precisamente por la falta de notificación. Al coche se ha ido con lo puesto y su carpeta de documentos, todos con su sello, su firma, registros de entrada, sus originales y copias, para que nadie dude de su historia.
Fuente: El Diario Montañes
Primeramente habría que saber toda la historia y si esta es cierta, pero desde luego la indefensión del ciudadano ante estos abusos de autoridad que infringe la DGT hay que pararlos, porque para meter a un vulgar chorizo entre rejas poco más que hay que pillarle con las manos en la masa delante de un notario, luces y taquígrafos y sin embargo se ha permitido que la DGT o los ayuntamientos, con esa sed insaciable de saquearnos las cuentas corrientes, puedan quitarnos el dinero, los puntos y como en este presunto caso la vida simplemente «alegando que el agente se ratifica en la denuncia» y ya está, como si fuera un juicio del hombre contra el mismísimo DIOS.
Evidentemente en un país civilizado, por ejemplo EEUU, este señor no iría pidiendo limosnas por esa falta cometida, iría con un abogado pidiendo millones de euros de indemnización por daños morales que de seguro acabaría ganando, y entonces si esto fuera posible la DGT ya se cuidaría mucho de «inventarse multitas», sin embargo como estamos en una dictadura en donde ellos dicen «salta» y tu solo puedes preguntar «hasta donde» pues ocurre lo que ocurre, porque luego si les pillas, si les ganas el juicio, te quitan la sanción y punto, aquí no pasa nada y nadie te paga los meses (la justicia aquí funciona de lujo) de sueño y malestar que estos saqueadores de caminos te han quitado.
En fin, todo TODO tiene un denominador común y mientras no nos demos cuenta nos seguirán manejando como a borregos, el denominador común es que desde la llegada de la partitocracia (1978) no solamente nunca hemos gozado de libertad, sino que gracias a estos maravillosos gobiernos del PSOE que tanto les encanta prohibir, prohibir y prohibir, pues sinceramente siento menos libertad que con cierto señor bajito de voz aflautada.
Si la Sociedad se pudiera considerar como un ente individual, el evento que le esta sucediendo al amigo Carlos López, nos debería producir nauseas y escalofrios al unísono, cosa ésta que seguro nos produce a los que integramos estas Web de denuncias, pero que en el conjunto generalizado de la ciudadania ni se enteran y hasta creo que ni les importa, sus prioridades es pensar en estas fechas que «Regalitos» vamos a obsequiar por Papá Noel ó Reyes Magos de oriente…..¡¡Increible!!
Desde aquí mi total apoyo a Carlos López, victima de los abusos e incongruencias de nuestros organismos publicos y mi rechazo absoluto a todas las formaciones de politicachos incluidos en primera línea a los Borbones, que permiten estos desatinos y nos hacen creer que estamos viviendo en el entorno de Blancanieves y los 7 enanitos.
Estaría encantado de compartir con Carlos López mi pala para cavar el agujero que nos permita de una vez por todas liberarnos de tamañas aves de rapiña.
Saludos y un ¡VIVA PARA CARLOS LÓPEZ!
Ancamo