Los ingresos extra de Pere Navarro
Resulta curioso cómo los servidores públicos tienen esa extraña capacidad para buscarse la vida mientras ofrecen a los ciudadanos (que les deben eterno agradecimiento por sus sacrificios y desvelos) su rostro más austero. Predicar es una cosa, dar trigo, otra. El trigo me lo quedo, y la prédica os la coméis, os guste o no.
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