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Durante todo 2010 se produjeron un total de 39.174 accidentes de tráfico en las carreteras convencionales españolas, es decir, un 70% de los accidentes registrados, es por ello que la conservación, entre lo que se incluye las señales de tráfico, sea un factor fundamental para poder prevenir alguno de estos accidentes.

En el artículo de hoy voy a relatar algo que ha sucedido pero que no voy a decir donde ni con que policia de las distintas policias de los mal llamados cuerpos de seguridad del estado español, y digo mal llamados porque cada vez mas claro se puede decir que no son mas que cuerpos de expoliación del estado español. Y no digo donde ni con quien porque no me gusta señalar a nadie cuando se trata de sucesos que pueden pasar con cualquier policia y en cualquier momento.

1º de todo: a esta ¿¡jueza!? (o como queraís llamarla), habría que inhabilitarla a perpetuidad. Sí, ¡A PERPETUIDAD!… Esto no es serio… Esto ni es justicia,… Ni se le parece… Esto es simplemente, absurdo.

El Instituto para la Seguridad en la Carretera (IIHS, por sus siglas en inglés) ha advertido que los miniautos ofrecen muy mala protección a sus ocupantes en caso de impacto contra otros vehículos. Según el presidente de IIHS, Adrián Lund, aunque «hay buenas razones por las que la gente compra miniautos ya que son más asequibles y consumen menos, las pruebas revelan sus desventajas en términos de seguridad ya que protegen mal a los pasajeros al ser más pequeños y ligeros».

Desde mi experiencia de ingeniero en electrónica comento que no se puede valorar «a simple vista» la calidad de un aparato electrónico tan a la ligera. Esto lo digo por las críticas gratuitas que se estan vertiendo a cierto detector fabricado por una empresa española, provenientes de personas que por intereses económicos les molesta la presencia de ese detector en el mercado. Es una pena que algunos destruyan el producto nacional en beneficio de un producto extranjero pero es lo que hay cuando existen intereses comerciales en manos de despiados sin escrupulos que solo buscan enriquecerse lo más rápidamente posible sin importarles nada el cliente final.