El coche del alcalde de Bilbao, o cómo hacer país

Es de conocimiento popular y notorio para todos aquellos que andamos por Bilbao, que el alcalde se ha comprado un coche nuevo como vehículo oficial municipal. Es una partida que ya estaba contemplada en los presupuestos de este año y quizás sea un premio a la notable gestión económica del consistorio, lograda en base a expoliar a los conductores entre otras cosas, con una voracidad sancionadora alarmante (más de 100.000 multas) y una recaudación por sanciones superior a los 10 millones de euros. Todo eso en una institución soportada y padecida por 358.000 empadronados.

El vehículo en cuestión es un Renault Vel Satis. Una berlina de lujo con mucho espacio y mucho equipamiento. Con cierta dosis de representatividad y bastante apreciada en Francia como vehículo de alta gama, en contraposición a las tradicionales berlinas alemanas, a pesar de su, para mí, desgraciada estética. El precio de este automóvil es de unos 50.000 euros.

Hasta aquí poco que objetar. El presidente del consejo de administración de “Bilbao SA”, esa empresa formada por 358.000 accionistas que, en lugar de cobrar dividendos, los pagan; además de un sueldito rozando lo mileurístico por encima (96.000 euros brutos más dietas) necesita un buen carro con el cual le trasieguen de un lado para otro. Un carro ecológico (es el modelo que más consume de las berlinas de lujo), de bajo precio para visitar los barrios de millonarios que son Zorroza, Otxarkoaga, San Ignacio y La Peña. Incluso se arrima por Bilbao la Vieja y San Francisco, barrios de tanto poder adquisitivo que fueron protagonistas en un programa de “Callejeros”.

Pero hay una cosa que como vasco me ofende. Es más, me repatea viniendo de un político que dice estar afiliado y se presenta por las listas del PNV (Partido Nacionalista Vasco), y es que se compre un Renault como coche oficial. En el País Vasco y Navarra, el esa parte del territorio estatal que aglutina la cultura y la idiosincrasia vasca, existen dos factorías de automóviles. Una de Mercedes-Benz (Vitoria, donde se fabrican las furgonetas Vito y los monovolúmenes Viano) y Volkswagen (Pamplona, donde se fabrican los Polo). En esas fábricas se emplean a bilbainos. Muchos puestos de la industria auxiliar también emplean a bilbainos. Si ya estudiamos la fabricación de componentes en el País Vasco, además de emplear a muchos bilbaínos, su cartera de clientes es en más de un 80% fabricantes alemanes. No debemos olvidar que el trabajo de esos bilbaínos deja pingües beneficios a las arcas forales y municipales.

Los políticos son personas que por su supuesta formación y el cargo que representan, deben ser ejemplo para la gente. Y deben repercutir sobre la gente (votantes o no) lo que la gente les aporta. Y si en el entorno cercano tenemos dos fábricas de automóviles, los cargos públicos deberán tener como coches oficiales los que se fabriquen más cerca, o en su defecto, pertenecientes a los consorcios nodriza que aglutinan esas marcas. Obviamente, no me imagino al presidente de la Comunidad Foral de Navarra yendo a los actos en un VW Polo, pero sí en un VW Phaeton o en un Audi. Es decir, en este caso podríamos hablar de un político que se podría permitir el ir a los sitios en un Mercedes o un Audi y a la vez, hacer país. Pero no. El alcalde de Bilbao se compra un coche que no deja ni media pela a la industria vasco-navarra. Y lo que es peor, los últimos coches de la policía municipal, son Renault (Grand Scenic) y Kia (Sportage), cuando mercedes podría proveer modelos Clase B, y si no, comprarlos de Volkswagen (Touran y Tiguan respectivamente), y así dar un durillo a ganar a las empresas que, no olvidemos, además de emplear a mucha gente, generar aun más empleo indirecto, pagan a las arcas públicas el 28% de sus beneficios brutos.

Además, y desde el punto de vista económico, la operación es tremendamente deficitaria, ya que al elevado coste del vehículo oficial y a sus altísimos costes flotantes (seguro, combustible, ruedas, etc) se añade un penoso valor de reventa, con lo cual, a la hora de deshacerse del “muerto”, lo compran a precio de saldo. Cosa que con un Mercedes, un Volkswagen o un Audi no ocurre.

Mal vamos si el máximo responsable de la mayor urbe del País Vasco no da a ganar ni un clavel a las empresas que dan su sueldo a parte de sus contribuyentes. Afortunadamente, las empresas están lo suficientemente sanas como para no necesitar de la venta de tal o cual coche oficial, pero resulta bastante poco coherente ser de un partido que defiende un hecho diferenciador geográfico-cultural, y luego no dar a ganar a las empresas que en ese ámbito se ganan su pan, el de sus trabajadores, y el de las arcas públicas. Será que una cosa es predicar y la otra dar trigo. ¿¿O es que había cazo de por medio??.

Autor: Lothar

9 ideas en “El coche del alcalde de Bilbao, o cómo hacer país

  1. El problema no es el coche. El de Leganés se puede pillar un C6 (que tampoco vale 80, sino 60.000 euros en su versión más costosa), ya que al menos, en Villaverde, Madrid, existe una planta de PSA (Peugeot-Citroen) donde se fabrican los 207 y los C3 si no me equivoco. Pero es que Renault no fabrica practicamente un solo componente en Euskadi. Como mucho, alguna rueda michelin en Lasarte, pero fabrica de Michelin, no de Renault.

  2. Que se compren todos los alcaldes un SEAT Leon amarillo pollo… y asi hacen patria… ¿o es que nadie quiere un SEAT si tienen pelas para comprarse otra cosa?

    Ya sabeis… haz lo que yo diga (comprate un coche que contamine poco, y con pocos caballos para no correr… ah y paga religiosamente el atraco de impuesto de nada (impuesto de circulacion) y no lo que yo haga (cochazos enormes a cargo de los presupuestos del ayuntamiento en cuestion, grandes contaminadores y consumidores,total, paga el ayuntamiento, y que encima no se los compran de su enorme sueldo, sino que se lo compramos todos los que pagamos impuestos).

    España…. en la champion ligue… de la picaresca….

    España…. pais donde la mitad de los politicos roba, y la otra mitad esta esperando las elecciones a ver si salen y pueden ponerse a robar….

  3. El coche en cuestión lo debió estrenar recién llegado de su operación de EEUU. (Por cierto, algún día me gustaría saber porqué motivo se tuvo que ir a EEUU a operarse si según él disponemos de una maravillosa Osakidetza…).

    Lo que personalmente más me jode es el hecho que por ser Alcalde se le otorgan unos derechos exclusivos, como es el aparcar donde le da la gana. La grua no se lo va a llevar, para eso siempre lleva un ‘maromo’ de serie en el vehículo.

    La última vez que lo ví fue a 50m. de su casa. Han leido bien señores, para desplazarse 50m. usa el coche. Total como la gasolina se la pagamos los bilbainos…

  4. @406turbo: En puestos publicos relevantes al estilo del alcalde que comentamos que tengamos o no tengamos una buena sanidad tendrian que tener obligación firmada por escrito de ante situaciones asi pasar por nuestra sanidad y nada de irse a EEUU, y naturalmente el que no este conforme que se busque otra profesion.

    Mal andamos si ante una enfermedad seria nuestros propios gobernantes predican con el ejemplo de pirarse de aqui y que ni les roze nuestra sanidad.

  5. es que ya andamos mal.

    Algún día contaré todo lo sucedido con la enfermedad de mi padre. No ahora porque no es el momento. Cuando a una persona con todas sus raices centenarias en Euskadi empieza a cansarse de su país -mejor dicho, de su gestión- no es producto de la casualidad.

  6. El problema no es tanto de la tela que se gaste en el coche el alcalde de Bilbao, sino que es el de no dar ni chance a usar un coche de las marcas que fabrican en Euskal Herria.

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