Donde acaba la seguridad del ciudadano, empieza la del político

Este es un sucedido real, que invita a la reflexión en común de ciertos aspectos que atañen a la seguridad nuestra como ciudadanos, y que cuento para demostrar en manos de quién estamos realmente.

En este episodio, y para no menoscabar la seguridad de sus protagonistas, no tanto por el hecho intrínseco de su seguridad, sino por evitar responsabilidades legales, voy a omitir nombres y detalles que sirvan para identificar a los protagonistas, ya que afecta a cargos públicos de Euskadi que están presuntamente amenazados por la organización armada ETA.

El caso es que el otro día, me disponía a hacer unas compras en un centro comercial del País Vasco. Un centro comercial con parking subterráneo y, por la fecha y la hora, escasa ocupación. En esas que veo aparecer dos vehículos que circulan por el parking a gran velocidad, desplazándose a unos 60-70 kms/h por el pasillo de entrada y haciendo los giros con una brusquedad suficiente como para que las ruedas chirriasen (cosa que no es difícil sobre superficies de hormigón pulido). En esas que se acercan a la zona por la cual camino para acceder al espacio comercial y pasan a mi lado como auténticas exhalaciones, ignorando cualquier señal de ceda le paso, stop o sentido obligatorio; para acabar estacionando en el espacio reservado a motocicletas, cercano al acceso peatonal del área comercial.

Tras hacer mis pequeñas compras, los vehículos siguen estacionados en el mismo sitio y, mientras me dispongo a salir, veo que en ellos se suben, además de los conductores, los dos políticos que son desplazados y protegidos por esos conductores que minutos antes se dedicaban a “echar carreritas” por un parking subterráneo, con vehículos que imagino, pagamos todos de nuestros impuestos.

Esto es una cosa que me parece muy grave por todos los costados, y que es un menoscabo a la seguridad común. En primer lugar a la de los propios protegidos, ya que su seguridad está en manos de seres que adoptan actitudes totalmente contrarias a la discreción necesaria para proteger a alguien sin llamar la atención de posibles enemigos, y en segundo lugar, perjuicio a la seguridad del resto de las personas que ocupamos ese espacio y que tenemos que protegernos de las tropelías de estos protectores. Desconozco si esta actitud es transitoria por un estado de stress y/o de intoxicación química, o es que es permanente por ser cosustancial a su carácter y/o nivel mental, pero el caso es que flaco favor están haciendo a todos cuando cometen hechos como el que describo.

Como quiera que tengo mis más que serias dudas de que la denuncia por vías “corrientes” de un hecho así pueda traer una mejoría a ese respecto, me limito a publicarlo para que la gente sepa lo que el ciudadano normal tiene que padecer en aras de la seguridad de otros ciudadanos. Esa seguridad viene “garantizada” por miembros selectos de las Fuerzas de Seguridad del Estado, o bien de miembros pertenecientes a la seguridad privada, que se supone son personas especializadas en proteger a otras personas, y que deben dar un perfil psicológico acorde con garantizar la integridad física de sus protegidos. Pero el caso es que con hechos así, sólo demuestran que ni protegen a sus protegidos, y ponen en riesgo al resto de la gente. Y lo peor de todo eso es que cobran por ello ingentes cantidades de dinero que salen de nuestros impuestos.

Y en conclusión, que yo no estoy dispuesto a tolerar que se ponga en riesgo MI integridad, por proteger a otros. Porque estoy más que seguro que, si cualquiera de nosotros, ciudadanos normales religiosos pagadores de impuestos, fuéramos víctima del abuso o la negligencia de uno de esos “protectores”, ya nos podríamos pudrir bajo la tierra que se va a echar sobre el caso para que no salga a la luz, ya que lo manipularían y malearían para que pareciera una noticia de que “hombre muerde a animal”, cuando la realidad bien distinta es, concretamente, opuesta.

Autor: Lothar

6 ideas en “Donde acaba la seguridad del ciudadano, empieza la del político

  1. Me gustaría saber: ¿existe alguna ley en donde diga que el político con sus A8 negros puede circular como les salga de la entrepierna? es como si los bomberos pudieran ir a toda pastilla sin ir a apagar un fuego por el simple hecho de que les diera la gana.

    El problema es que aquí, en este país pais, los políticos tienen muchas «aficiones» de caciques bananeros, y muchos, piensan (y desgraciadamente así es, ver los videos de Pere Navarro saltandose todas las reglas de tráfico) que tienen impunidad absoluta y que están por encima de la ley.

    Debería existir un «defensor del pueblo» pero de verdad, que se encargara de brear a toda esta gente, pero no, porque el presunto «defensor» estará mamando de los mismos pechos que todos los demás… la poltrona y el erario público.

  2. Por desgracia o suerte si, bien politicos o gente de alto copete que se sienten amenazados, solicitan al ministerio del interior, autorización para que su personal seguridad pueda en aras de esa seguridad, saltarse los limites de velocidad sin problemas, conducir casi temerariamente, ya que son autenticos especialistas, ( en TV han echo mas de un reportage sobre estas escuelas de conducción ), eso si, escepto lo politicos, los demas previo pago de la autorización pertinente.

  3. Es que según la constitución, todos los españoles somos iguales… lo que pasa es que algunos son mas iguales que otros…

  4. Eso de que algunos son mas iguales que otros siempre ha pasado a todos los niveles, es lo que tienen las democracias que los gobernantes las interpretan en el sentido de que como han salido elejidos pues pueden hacer lo que les de la gana que para eso han salido.

  5. Copiado de un mensaje dejado en ForoCoches.com:

    «Pues eso, ayer por la tarde, yendo por la autovia Vigo-Tuy en un tramo a 60km/h, iva yo tranquilo en moto a 80 se me pone un TT de G:C. detrás y como buen ciudadano me aparto , me pasa él y tres coches más (A8, Vectra, C6). El A8 se veia de pez gordo ya (impolucto). Me engancho a ellos (la G.C. ponia las luces sino apartabas) .Fuí de camino un rato detrás de ellos (de camino) y sin querer llegue a ir a 170km/h. A todo esto , claro ,no habia radar visible, cuando normalmente hay 2 móviles en 5 km.

    El A8, era ese tan famoso aquí en galicia de 600.000$.
    Total, para llegar tarde.
    Su especial blindado (para ir con la ventanilla bajada) y todo el lujo que quieras ( como Obama (le dicen aquí) )

    Bueno, vale, era justificado. Tenia un Mitin en Ponteareas e iva nerviooso, vale, pero para llegar tarde cómprate un Super5 y come antes, Hp.

    P.D.- Yo no suelo pasar de 140km/h (en un límite de 120, que ya sé lo que estais pensando) (si está a 60)»

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