El 35 por ciento de los conductores en España, uno de cada tres, circula con las luces de su vehículo en mal estado, según los datos de un estudio del fabricante de componentes Hella, entre cuyas especialidades está la fabricación de grupos ópticos.
Esta circunstancia, que puede en peligro la seguridad vial, ha motivado una campaña de la multinacional alemana cuyo objetivo es, bajo el lema ‘Siempre hay tiempo para comprobar sus faros’, recordar a los usuarios la necesidad de ver y ser visto y la importancia de realizar revisiones de los sistemas de iluminación, especialmente con la llegada del otoño y el incremento de las horas nocturnas.
Explica este fabricante que las condiciones meteorológicas propias del invierno como la lluvia o el viento reducen la eficiencia de los sistemas de iluminación.
Tanto es así que el estudio revela que media hora de conducción por una carretera húmeda y sucia provoca una pérdida de visibilidad en los faros de hasta 35 metros, reduciendo a la mitad el alcance de la luz de cruce y aumentando el tiempo de reacción del conductor ante cualquier imprevisto.
La compañía recuerda que la noche y el crepúsculo son las fases diarias en las que se produce el mayor número de accidentes en carretera, pese a ser las horas en las que hay menos tráfico.
De hecho, hasta un 42 por ciento de las víctimas mortales se produce en estas franjas horarias, según datos recogidos del Real Automóvil Club de España (RACE).
Estas circunstancias aconsejan acudir con cierta frecuencia al taller y revisar la regulación de los sistemas de iluminación tanto de turismos y motocicletas, como de los vehículos de trabajo industriales o agrícolas, ya que, además, la Ley prohíbe circular con los faros en mal estado o mal reglados.
Fuente: Motor Terra
Lastimosamente en España muchos conductores (no voy a decir que porcentaje porque no lo se) conducen con el coche en malas condiciones, sobre todo con la presión de las ruedas, la gente no es consciente que la variación de la temperatura, microfugas en la válvula, u otros factores hacen que las presiones de las ruedas haya que vigilarlas cada 15 días al menos. Las luces.. sobre todo las de freno fundidas por los siglos de los siglos (o hasta la ITV), faros apuntando al suelo o a las estrellas deslumbrando a todo bicho viviente… por desconocimiento absoluto porque a la gente le cuesta pensar que el coche, no es una lavadora, es más, seguro que la lavadora leen las instrucciones y el mantenimiento y con el coche no, con saber donde está para echarle «caldo» lo demás carece de importancia, y luego vienen los reventones, el no ver nada los días de lluvia (rasquetas hechas polvo), la inutilidad de las luces de cruce al no apuntar donde deben… en fin, menos mal que la DGT lo va a solucionar con más radares… y con campañas de velocidad.
O la que hay ahora… «para que no te distraigas… un radar sorpresa»
País País
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Eso, sumado a que la mayoria no sabe utilizar el alumbrado del coche….
Hay gente que según saca el coche nuevo del concesionario le enciende las antiniebla, y no las apaga hasta que no lleva el coche al desguace… también hay gente que no enciende las luces “ni p’atrás” porque como ellos ven, pues ya está, que los farolos solo son para ver, otros piensan que las luces de carretera son para eso, para la carretera y no las quitan ni aunque se les cruce una procesión de deslumbrados.
¡Ja,ja! ¡Qué me troncho!. Efectivamente los «sabios» de la DGT esto también lo querrán solucionar con más rádares… ¡De chiste!, ya se ve por la carretera que hay coches que, cuando son necesarias, llevan más luces apagadas que encendidas, y los que van con un «Mercedes», pero pasan por un tunel largo con las luces apagadas, no se sabe si por despiste, por tener las luces fundidas, o para ¡ahorrar batería!. ¡Qué gente más imbécil que hay por aquí!, se compran coches de lujo y luego no tienen dinero para pagarlos o para mantenerlos… Esto es España, «cuna» de tontos, pasotas y descerebrados.
Pero no os preocupeís que la DGT, que «vela mucho por nuestra seguridad», esto lo «arregla rápido» instalando una nueva «plaga» de rádares que «detecten» a la gente que va sin luces, sin neumáticos, sin intermitentes, hablando por el móvil o «pajeándose» mientras conduce…