Los fabricantes de automóviles estarán obligados a incluir en las tarjetas de la ITV el nivel de emisiones de dióxido de
carbono de cada uno de sus modelos o de las correspondientes versiones. Así se desprende de una Orden del Ministerio
de Industria, Turismo y Comercio que entrará en vigor el 25 de julio de 2012.
El objetivo de esta medida es facilitar a la Comisión Europea información fidedigna sobre los niveles de emisiones de
CO2 de los turismos nuevos comercializados en cada Estado miembro, para el seguimiento de la estrategia de reducción
de estas emisiones.
Bruselas pretendía que las emisiones medias de CO2 de los vehículos nuevos comercializados en Europa se situaran
en 120 gramos por kilómetro en 2012, si bien los fabricantes solicitaron un aplazamiento hasta 2015.