El Instituto de Investigación sobre Reparación de Vehículos (Centro Zaragoza) surgió en 1987 por iniciativa de un grupo de empresas aseguradoras de automóviles que requerían disponer de un espacio en donde realizar investigaciones acerca de sistemas para reparación de daños en los vehículos tras los accidentes de tráfico.
Desde entonces su actividad investigadora se ha ido ampliando abarcando desde proyectos de I+D+i relacionados con los accidentes de tráfico, el análisis del comportamiento de los vehículos y sus elementos de seguridad, certificación de la calidad de piezas, talleres, productos y servicios, formación permanente de expertos profesionales en peritación de vehículos y el fomento de iniciativas para la mejora de la seguridad vial.
Trimestralmente el Centro Zaragoza edita una revista técnica en cuyo último número encontramos un interesante artículo sobre reconstrucción de accidentes de tráfico en horario nocturno.
La visibilidad reducida en uno de los factores más determinantes para que se produzcan atropellos a peatones y ciclistas. Principalmente porque se parte de una percepción errónea por parte de estos usuarios vulnerables de la vía por considerar que, de la misma manera que ellos son capaces de ver al vehículo que se aproxima, así el conductor también los va a ver a ellos. No tienen en consideración la baja visibilidad que ofrecen en condiciones de poca luz o de noche.
En la visión de los peatones por parte de los conductores por la noche influyen fundamentalmente 2 factores: El tipo de alumbrado del vehículo (los más habituales hoy en día son: halógeno y xenon) y el tipo de prendas que llevan los peatones y ciclistas, especialmente si portan elementos reflectantes.
Teniendo esto en cuenta, el Centro Zaragoza ha llevado a cabo una serie de pruebas para analizar la distancia a la que un peatón o ciclista puede comenzar a ser reconocido por parte de un conductor durante la noche en distintas situaciones:
– Situación 1. Vehículo con alumbrado halógeno de cruce y peatón con prendas oscuras sin chaleco retrorreflectante.-
El alcance visual es de menos de 20 metros. Circulando a 40 km/h no le resultaría posible detenerse dentro de su alcance visual.
– Situación 2. Vehículo con alumbrado halógeno de cruce y peatón con prendas claras sin chaleco retrorreflectante.
El alcance visual es de menos de 40 metros. Circulando a 65 km/h no le resultaría posible detenerse dentro de su alcance visual.
– Situación 3: Vehículo con alumbrado xenon de cruce y ciclista con prendas oscuras sin chaleco retrorreflectante.
El alcance visual aumenta ligeramente respecto al alumbrado halógeno, en este caso, puede comenzar a reconocer a un ciclista con ropas oscuras a unos 40 metros aproximadamente.
– Situación 4: Vehículo con alumbrado halógeno de cruce y peatón con prendas oscuras con chaleco retrorreflectante.
El alcance visual es de más 150 metros. Aún circulando un vehículo a 100 km/h, éste puede ser detenido dentro del alcance visual de su conductor.
En Tecnocarreteras hemos conocido algunas soluciones que los fabricantes han ideado para evitar este tipo de situaciones como el Dynamic Light Spot.
Fuente: Tecnocarreteras