La Dirección General de Tráfico (DGT), a través de una guía para la prevención de accidentes en el transporte escolar, recuerda, especialmente a padres y niños, ante la finalización de las vacaciones de verano y el comienzo del curso escolar, cómo deben viajar en el autobús escolar de forma segura.
El autobús es uno de los medios de transporte más seguros para viajar y el más utilizado por los menores para desplazarse al centro escolar. En España, cerca de 17.000 autobuses (un 40% de la flota privada) realiza servicios de transporte escolar. El 90% de los accidentes ocurren en los momentos de subida y bajada del autobús, siendo la mayoría atropellos por distracción. La DGT, por esta razón, pretende conseguir que los trayectos cotidianos se hagan con las mayores garantías de seguridad posibles.
El cinturón de seguridad
La Directiva Comunitaria establece que desde octubre de 2007 todos los autobuses han de llevar instalados cinturones de seguridad. Un menor sin ningún tipo de retención, multiplica por 5 las posibilidades de sufrir lesiones mortales. 9 de cada 10 lesiones infantiles, graves o mortales, podrían haberse evitado utilizando este tipo de dispositivo.
Normas y condiciones técnicas que los padres deben saber y exigir
El transporte de menores tiene una especial relevancia debido a la inseguridad de sus usuarios, que cada vez son de edades más tempranas. El Real Decreto 443/2001, de 27 de abril establece las condiciones de seguridad en el transporte escolar y de menores, donde se tratan aspectos como antigüedad de los vehículos, características técnicas, inspección… La Fundación CEA recuerda cuáles son esas normas y el papel tan importante que tiene el padre o tutor para comprobar la seguridad del autobús escolar y, sobre todo, para exigir el uso del cinturón de seguridad.
No rebasar los 16 años de antigüedad.
Ir señalizado con el indicativo de transporte escolar en la parte anterior y posterior del vehículo.
Documentación: En ella debe figurar que ha superado una inspección técnica anual, si tiene menos de 5 años, y semestral si supera esa antigüedad; que dispone de un seguro obligatorio y otro complementario que cubra la responsabilidad civil por daños y perjuicios; y contar con una autorización especial para el transporte escolar.
El autobús debe disponer de plazas para personas con discapacidad.
El piso del vehículo no puede ser deslizante y los bordes de la escalera deben ser de colores vivos.
Las puertas deben disponer de barras para facilitar las operaciones de subida y bajada.
Los asientos ubicados frente a huecos de escalera, o aquellos que no estén protegidos por el respaldo de otro, deben contar con un elemento fijo de protección. Si estos asientos van ocupados por niños de 5 a 11 años, los cinturones tendrán tres puntos de anclaje y dispondrán de cojines elevadores.
La duración máxima del tiempo de viaje en cada sentido no debe exceder 1 hora.
Obligatorio el acompañante
Es obligatoria su presencia en los transportes públicos escolares en donde al menos la tercera parte tuviera una edad inferior a 16 años, y siempre que se transporte a menores con algún tipo de discapacidad.
Consejos para el menor
A diario el autobús se convierte en el medio de transporte de muchos niños, por eso es conveniente que aprendan a evitar situaciones de riesgo y que conozcan los posibles peligos con los que se pueden encontrar. No deben olvidar en ningún caso:
Antes del trayecto: llegar 5 minutos antes de la salida; esperar en la parada, si existe, y si no, hacerlo en un lugar seguro; los más pequeños deben ir siempre acompañados y no se debe jugar cerca del bordillo o empujar a los demás.
Durante el trayecto: Llevar el cinturón puesto; no levantarse y no gritar o alborotar; obedecer al conductor y al acompañante; no arrojar papeles y desperdicios en el autobús y no producir daños.
En paradas y arranques: No correr para bajar y hacerlo por la puerta que corresponda sin empujar a los demás; alejarse como mínimo 2 metros y a un lugar seguro, teniendo cuidado con el tráfico; no agacharse debajo del autobús, ni ponerse al lado del mismo; y nunca cruzar la calle por delante ni por detrás del autocar, sino por los lugares autorizados y con precaución en todo caso.