La capital británica, Londres, compensará con entre 1.000 y 2.000 libras esterlinas (unos 1.250/2.500 euros) a los propietarios de vehículos diésel de más de un año de antigüedad que cambien sus coches por modelos no contaminantes, de acuerdo a la última iniciativa aprobada por el alcalde de esta ciudad, Boris Johnson, según el diario The Guardian. La medida, que costará a la ciudad 300 millones de libras (más de 376 millones de euros), busca retirar de las calles londinenses entre 150.000 y 300.000 vehículos diesel.
Con este plan, Londres se uniría a París (Francia) como ciudad europea que busca eliminar los coches diésel por su efecto nocivo en la calidad del aire. El uso del diésel –promovido como más eficiente, y alternativa barata a la gasolina y que genera menos dióxido de carbono, principal agente del efecto invernadero–, emite más micropartículas de hollín y dióxido de nitrógeno, que son responsables, junto a las calefacciones, de las nubes grisáceas que cubren algunas ciudades, y han sido relacionadas con miles de muertes prematuras. Investigadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyeron en 2012 que el humo de los vehículos diésel podía causar cáncer de pulmón y posiblemente de vejiga. Boris Johnson, que llegó a relacionar unas 4.300 muertes prematuras anuales con la mala calidad del aire, presentó su plan el pasado miércoles a los diputados del comité de auditoría del medio ambiente. Afirmó que se sentía «muy mal» por los conductores que fueron «seducidos» a comprar estos modelos con motor diésel en la creencia de que eran respetuosos con el medio ambiente. Por ello, propone incentivar la compra de vehículos menos contaminantes.
Fuente: DGT