En pleno viaje, te encuentras con una carretera totalmente nevada por la que sólo está permitido circular con cadenas, de manera que bajas a ponerlas… pero no sabes cómo hacerlo. Una situación tan común, como fácil de evitar si sigues estos consejos.
Las cadenas de nieve se inventaron, en el año 1904, como un sistema para incrementar la tracción de las ruedas sobre firmes nevados o embarrados. El concepto básico de este dispositivo no ha evolucionado mucho, pues siguen comercializándose cadenas muy similares a las de entonces… aunque, ahora, también existen otras variedades más modernas y cómodas de instalar, como las de tela o las mixtas. Colocarlas es un proceso más sencillo de lo que puede parecer, y en este reportaje te vamos a contar cómo hacerlo. Eso sí, recuerda que, con las cadenas puestas, la velocidad máxima se limita a 50 km/h, y que debes parar a desmontarlas cuando ya no haya nieve; si no lo haces las romperás.