Deformaciones, oxidación o extremos sin enterrar son los defectos más comunes que se han encontrado en las barreras de seguridad de las carreteras españolas. Las barreras de seguridad son dispositivos que se sitúan a lo largo de los márgenes exteriores de una carretera o en la mediana para evitar que los vehículos que se salen de la calzada alcancen un obstáculo o un desnivel, o invadan otras vías de circulación. Un tipo de siniestro que, en 2014, se cobró la vida del 38% de los fallecidos por accidente de tráfico.
El correcto funcionamiento de estos sistemas está sujeto a un adecuado mantenimiento de los mismos, tanto en lo que respecta a la propia barrera como a su instalación, pero según la Asociación Española de la Carretera (AEC), el 30% de las barreras de seguridad instaladas en las carreteras españolas están en mal estado o mal instaladas.