Al igual que los adultos deben llevar el cinturón de seguridad abrochado, los niños deben viajar correctamente sentados en un sistema de retención infantil (SRI) adecuado a su talla y peso. Los expertos indican que el 75% de las muertes infantiles y el 90% de los daños graves que se producen en un accidente de tráfico, se podrían evitar si los más pequeños viajaran en su correspondiente sillita. Según datos de Unicef, el 21% de todas las personas que fallecen en accidente de tráfico son niños, el 33% mueren en atropellos y el 67% restante cuando el niño viaja como ocupante de un vehículo o en bicicleta.
La elección del sistema de retención adecuado a nuestro hijo puede resultar una decisión difícil. Lo aconsejable es informarse de los productos disponibles en el mercado, conocer los resultados que han obtenido en las pruebas de seguridad, probar las diferentes opciones en el coche, comprobar si tiene anclajes Isofix y, sobre todo, que sea adecuado a las características físicas del niño (altura y peso) antes de decidirse. Después instalarla siguiendo ecrupulosamente las instrucciones del fabricante, y por último sentar correctamente al niño.
La mejor elección
– Comprar siempre un SRI homologado. Comprobar la etiqueta en la parte posterior de la sillita.
– Tenga en cuenta las necesidades del niño, y las características del vehículo en el que se va a colocar la sillita.
– Verifique el sistema de anclaje que incorpora el vehículo (Isofix, tercer punto top tether, cinturones)
– Las sillas de segunda mano no son aconsejables, restan seguridad y normalmente no se conservan las especificaciones del fabricante.
Correctamente instalada
– Se instalarán siguiendo escrupuolosamente las instrucciones del fabricante.
– Comprobar que queda sujeta sin balanceos. Si se instala con el cinturón de seguridad, eliminar las holguras; si es con Isofix, comprobar los testigos de instalación correcta, y utilizar el tercer punto de anclaje (top Tether) o pata de apoyo.
– Si se coloca en el asiento del copiloto en sentido contrario, desconectar el airbag y desplazar el asiento hacia atrás. Y recuerde que este caso es una excepción.
Bien sentado
– Hasta los 12 años o hasta que alcancen 1,50 m. de altura deben viajar en los asientos traseros.
– Sentar al niño en sentido contrario a la marcha al menos hasta los dos años, siempre que el SRI lo permita.
– Ajustar el arnés al cuerpo del niño y no debe abrocharse con las bandas retorcidas. Utilizar sillitas con arnés hasta al menos los 6 años.
– Utilizar elevador con respaldo al menos hasta los 12 años. Los protectores laterales amortiguan el golpe, reduciendo el riesgo de que la cabeza del niño choque contra la estructura del vehículo.
– Para los niños más mayores que ya utilizan el cinturón, éste nunca debe pasar por el cuello, ni sobre el abdomen, ha de ajustarse lo más bajo posible sobre las caderas, eliminar holguras tirando de la banda pectoral hacia arriba una vez abrochado. El cinturón debe pasar por las guías del SRI.
– No permita que el niño saque los brazos por fuera del arnés o del cinturón, o que se desabroche.
Si quiere saber más sobre los sistemas de retención infantil, lea nuestra Guía especial de Sistemas de Retención.
¡La sillita atada aunque no esté el niño!
Una sillita es un objeto que puede salir proyectado en caso de colisión hacia los ocupantes. Por eso, y aunque el niño no viaje en ese momento, el SRI debe ir siempre sujeto con el cinturón del vehículo, o con el anclaje Isofix, para evitar que salgan despedidos y se conviertan en ‘proyectiles’ para los ocupantes del coche.