Conseguir que la señalización sea más clara y visible para los conductores en cualquier circunstancia es una medida que contribuye de forma muy clara a mejorar la seguridad vial, y es la base de un nuevo desarrollo realizado en la UPM (Universidad Politécnica de Madrid).
El nuevo trabajo pretende pasar de un modelo basado en la detección del vehículo y la posterior iluminación de la zona, a otro donde la detección y respuesta estén integrados, gracias a un novedoso sistemas inteligente desarrollado.
La base de este sistema se basa en el uso de material piezoeléctrico, sensores capaces de medir todo tipo de variables (aceleración, fuerza o tensión), transformando las lecturas en señales eléctricas o viceversa.
Estos sensores son fácilmente de producir y económicos, siendo una solución óptima porque sólo consumen energía cuando se utilizan y no continuamente.
Por ello, su aplicación es muy recomendable en zonas de alto riesgo, como aquellas con poca visibilidad o donde habitualmente hay muchas épocas de lluvia, nieve o niebla, donde el uso de este sistema combinado con LEDs de aviso, facilita la detección de los elementos de riesgo existentes.
Fuente: Tecnocarreteras