Integrar sensores inteligentes en los medios de transporte individuales, como bicicletas o scooters, es algo cada vez más habitual debido a las ventajas que proporciona. Por ejemplo, tener integrados sensores de contaminación permite, por una parte, desplazarse por aquellos lugares que cuentan con un aire más limpio, y por otra compartir los datos de contaminación de las diferentes zonas para un sistema común que pueda ser consultado por otros usuarios.
Otro tipo de sensores que también se pueden incorporar son los relativos al ruido o a la luz, para activar la iluminación cuando no existe la suficiente iluminación, así como los relativos al funcionamiento del scooter, que garanticen que está todo correcto para su uso.
También podrían utilizarse sensores que determinaran el estado de la vía, para poder informar con la ubicación exacta de aquellas zonas donde se hayan detectado grietas o imperfecciones, de cara a facilitar su inspección.
En definitiva se trata de aprovechar que los sistemas de movilidad personal pueden, además de cumplir su función principal relativa a la movilidad, ofrecer una información que puede resultar de gran interés tanto para los propios usuarios de este sistema, como para el resto de ciudadanos.
Fuente: Tecnocarreteras