Para proteger a los ciclistas y evitar atropellos está surgiendo una nueva tecnología y se llama Connected Vehicle to Everything (C-V2X). La idea no es tan complicada. En resumen, es un conjunto de chips que opera en una parte del ancho de banda móvil, y los vehículos con esta tecnología integrada (por ejemplo, en una bicicleta eléctrica o un automóvil) monitorean cualquier cosa que tenga un chip C-V2X y transmiten su propia ubicación a un ritmo de 10 veces por segundo.
Este sistema de ubicación de precisión advertiría al conductor de la presencia de un ciclista en la carretera, incluso más allá de su línea de visión, y en caso de emergencia (posiblemente porque un ciclista estaba justo en el camino de un automóvil) podría evitar una colisión.
C-V2X no utiliza la red celular, sino una parte del ancho de banda celular para permitir la comunicación directa entre objetos o de vehículo a vehículo. Audi ha estado trabajando en el C-V2X durante casi una década y es parte de un grupo en EE.UU llamado «Coalition for Cyclist Safety», que también incluye proveedores como Bosch, una startup tecnológica en el espacio llamada Spoke Safety, y marcas de bicicletas como como el enorme Trek, el proveedor de repuestos Shimano, más fabricantes de bicicletas especializados como el suizo Stromer, así como mega proveedores y redes de telecomunicaciones como Qualcomm, Deutsche Telekom y TELUS.
Fuente de la información para este artículo: Arstechnica.
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