Autor: USO

Después de ocho meses de valores negativos del IPC, lo que suponía una situación de deflación, ahora al finalizar el año salimos de ella situándonos en el 0,3%. Ello es debido una vez más al incremento del precio de los carburantes, sobre los que el Gobierno no tiene una incidencia directa, salvo la subida impositiva que se produjo y que no hizo incrementar la recaudación, sino que ésta disminuyó en un 4%.

La Unión Sindical Obrera (USO) ve cómo el Gobierno sigue proponiendo medidas a largo plazo, y eludiendo la realidad con la nueva Ley de Economía sostenible, sin abordar un plan de choque contra el mayor mal de nuestra economía, que es nuestra elevada tasa de desempleo.

La aprobación por el Consejo de Ministros del Anteproyecto de Ley de Economía sostenible con más ruido que contenido, pone de manifiesto que el Presidente del Gobierno ha emprendido una huida hacia adelante para no afrontar soluciones inmediatas que alivien la actual situación de nuestra economía y muy especialmente de nuestro mercado laboral, donde mes tras mes batimos récords de desempleados.

Muy malos augurios para la economía española. Los analistas de Citigroup no han puesto paños calientes sobre la maltrecha situación de la economía española, y en su informe de perspectivas para el año que viene lo dejan bastante claro. España crecerá el año que viene un 0,1% la peor de las previsiones para todo el mundo desarrollado o emergente, y sólo por debajo de Venezuela, cuya economía se contraerá un 1,7%.

La subida en tres décimas del IPC en el mes de octubre no debe hacernos olvidar que estamos en una verdadera deflación -ocho meses de valores negativos de nuestro IPC- al que se suma el descenso del 4% del PIB en el tercer trimestre. Esto nos lleva a doce trimestres de caídas consecutivas, siendo la contracción de la demanda interna uno de los factores que inciden más negativamente en esta caída.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sigue mostrando su cara más optimista cuando da respuesta a la preocupante situación de crisis económica por la que atraviesa España. Sin ir más lejos, hace unos días, aseguraba que la recuperación económica llegará “a finales de 2009 o principios de 2010” y consideró también “evidente” que la recuperación del empleo llegará a España cuando se pueda afirmar que ya se ha producido la recuperación de la actividad.

Los datos de los Servicios Públicos de Empleo del conjunto de las Comunidades Autónomas correspondientes al mes de octubre registran un incremento de 98.906 desempleados (2,6 % respecto al mes anterior). De esta forma el paro registrado se ha situado en 3.808.353 personas.

La Unión Sindical Obrera (USO) ve como el Gobierno se ha instalado en una crisis de complacencia con los datos del paro, y nos quiere consolar diciéndonos que se incrementa pero a un ritmo menor. Claro, Sr. Corbacho, cuando todos estemos en paro ya no seguirá incrementándose.

Tras la publicación de la EPA correspondiente al 3er. Trimestre de año, la Unión Sindical Obrera (USO) espera que el Gobierno no realice un análisis simplista y complaciente de los datos de la misma, consolándose en que la tasa de desempleo se mantiene en el 17,93%, pues esto es reflejo de la estacionalidad propia de las contrataciones del periodo estival.

El IPC de septiembre ha vuelto a bajar 2 décimas, lo que en términos interanuales lo sitúa ya en el -1%. Además, a punto de entrar en valores negativos se encuentra la inflación subyacente, que se ha situado en el 0,1%. Esta situación es técnica y realmente de deflación, y que el Gobierno siga negando lo que ya es evidente nos recuerda a cuando no existía crisis económica, ni financiera y pasamos directamente a la recesión económica.

La Unión Sindical Obrera (USO), ante los datos del paro ofrecidos por los servicios públicos de empleo, manifiesta que la situación de nuestro mercado laboral es la de un enfermo crónico que no está recibiendo el tratamiento adecuado y cuyo estado sigue empeorando, aunque el Gobierno siga consolándose diciendo que empeora a menor ritmo en lugar de tomar medidas para proceder a su restablecimiento.