La Fiscalía de Seguridad Vial se ha adherido a la petición que Automovilistas Europeos Asociados (AEA) lleva
haciendo desde hace más de un año para que los ayuntamientos adapten los reductores de velocidad a la normativa aprobada por el Ministerio de Fomento.
Ante las quejas que han llegado a esta institución por parte de los automovilistas por la cada vez más frecuente instalación de estos elementos en las calles y carreteras, en muchos casos incompatibles con la seguridad vial de los conductores y los vehículos, la Fiscalía decidió realizar un estudio sobre ellos.
Así, encargó a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Sevilla que realizara un informe sobre todos los badenes y pasos sobreelevados de las carreteras y travesías de la provincia y descubrió que no había ninguno que cumpliera con la nueva normativa.
Hay que recordar que hasta el 30 de octubre de 2008, fecha en la que entró en vigor la norma aprobada por Fomento
sobre la instalación de reductores de velocidad y bandas transversales de alerta, no existía una legislación específica
a nivel nacional, que regulara este tipo de elementos.
Por esta razón, cientos de ayuntamientos los habían instalado a su libre albedrío, convirtiéndose, muchos de ellos,
en obstáculos muy peligrosos para los automovilistas. AEA valoró muy positivamente esta medida ya que suponía un importante avance en la seguridad vial pero advirtió que “cientos de ayuntamientos podrían ser sancionados
si no se adaptaban los reductores de velocidad instalados hasta ese momento a la nueva legislación”.
En este sentido, ahora la Fiscalía también ha pedido a los conductores que denuncien ante el juez los badenes peligrosos o la pasividad de las administraciones para adaptarlos a la normativa.
Lo que dice la ley
El artículo 5 del Reglamento General de Circulación convierte en obstáculos prohibidos los resaltos en pasos de peatones y las bandas transversales que no cumplan con la normativa básica del Ministerio de Fomento.
Como deben ser los badenes
El modelo aprobado por Fomento consiste en una plataforma trapezoidal de 10 centímetros de altura como máximo, construida en hormigón o material asfáltico, con un máximo de 4 metros de largo y unas rampas de subida y bajada de entre 1 y 2,5 metros, dependiendo del límite de velocidad existente (1 metro para límites de 30 Km.; 1,5 metros para 40 Km. y 2,5 metros para velocidades de 50 Km.).
Además, la nueva norma regula exhaustivamente todos los aspectos que pueden afectar a este tipo de lementos de seguridad como ubicaciones permitidas, señalización, iluminación, geometría, diseño, etc.
