AEA advierte que el objetivo de la reforma es reducir los límites de velocidad en el 90% de las carreteras

Como ya es habitual desde hace algunos años, al Gobierno se le suelen escapar determinadas filtraciones de proyectos normativos en proceso de elaboración relativos a la circulación de vehículos a motor antes de Semana Santa. Días atrás, todos los medios de comunicación daban cuenta de la modificación del Reglamento General de Circulación proyectada por el Ministerio del Interior, a fin de actualizar los límites de velocidad, prohibir los detectores de radar, obligar a los ciclistas a llevar casco también en ciudad, eliminar la exención otorgada a los taxistas en el uso del cinturón de seguridad y obligar a llevar a los niños en los asientos traseros mediante el correspondiente sistema de retención
infantil.

LÍMITES DE VELOCIDAD

Sin duda, lo que más ha llamado la atención de la opinión pública ha sido lo de la velocidad y, especialmente, eso de que se “van a elevar los límites de las autopistas y autovías a 130 km/h” , ya que era una vieja reivindicación de numerosos colectivos de automovilistas.

Sin embargo, después de un meditado estudio de la reforma propuesta por la DGT, Automovilistas Europeos Asociados (AEA) considera que el texto normativo aún necesita un hervor y, sobre todo, claridad en la información que se está trasladando a los ciudadanos.

En primer lugar, AEA quiere aclarar que el límite genérico de velocidad en autopistas y autovías no cambia y va a seguir siendo el mismo de 120 km/h para los turismos. Para AEA , lo de que va a subir a 130 km/h es una “especie de caramelito” con el fin de distraer la atención sobre el verdadero objetivo de la reforma que es reducir los límites de velocidad en el 90% de las carreteras. Porque ese es el porcentaje de kilómetros de nuestra red (aproximadamente 148.500 kilómetros) que va a quedar afectado por la reducción de velocidad a 90, 70 y 50 kilómetros por hora propuesta por el gobierno.

Unos límites de velocidad que para AEA ni son viables, ni son creíbles, ni se utilizan en ningún país de la UE, y lo único que van a generar es confusión entre los usuarios.

MEDIDAS OPORTUNAS

Por el contrario, AEA si considera oportunas las modificaciones relativas al uso del cinturón de seguridad por parte de los taxistas y del casco en ciudad por parte de los ciclistas.

TAXISTAS

Respecto del uso del cinturón por parte de taxistas, AEA nunca entendió las razones que llevaron en el año 2006 al anterior gobierno a exonerarles de utilizarlo en ciudad, ya que se trata de un importantísimo elemento de seguridad cuya eficacia está fuera de toda duda.

USO DEL CASCO EN CIUDAD

Y sobre el uso obligatorio del casco en ciudad, AEA cree que es necesario por tres razones:

a) porque es un importante elemento de protección personal, incluso a baja velocidad;
b) porque creamos desde la infancia el hábito de dotarse de elementos de seguridad personal, que luego se mantiene cuando se accede al ciclomotor o a la motocicleta;
c) porque la expansión urbanística de las ciudades ha convertido en urbanas vías que antes eran interurbanas, con lo que los tradicionales criterios para determinar el uso obligatorio del casco ha quedado superado.

En cualquier caso, desde AEA debemos denunciar, una vez más, el gusto que tienen todos los gobiernos por cambiar constantemente las normas de tráfico con reformas muchas veces contradictorias y la mayoría de las veces incomprensibles.

¿SE PROHIBIRÁN LOS DETECTORES DE RADAR?

AEA quiere aclarar que los detectores de radar no van a estar prohibidos con la reforma propuesta, ya que las Cortes los autorizaron en el año 2009 y para que su utilización pudiera sancionarse tendría que producirse una modificación de la Ley de Seguridad Vial y no del Reglamento General de Circulación.