Hace tan solo un año, París se convirtió en la primera gran capital europea que se puso seria en lo que a contaminación automovilística, prohibiendo circular por el centro de la ciudad a los coches diésel matriculados antes de 1997 y las motocicletas anteriores al 2000. Al mismo tiempo, se anunció que la intención para 2020 era evitar que ningún vehículo con más de diez años de antigüedad, tanto diésel como gasolina, pudiese circular por París.
Ahora, un año después, el Ministro de Ecología francés, Nicolas Hulot, ha anunciado que Francia intentará poner fin a la venta de vehículos de gasolina y diésel en 2040 para mantener el impulso del acuerdo climático de París. En total, el plan presentado por el Gobierno francés incluye una serie de medidas estructuradas en seis apartados y 23 propuestas de política, aunque en la mayoría no se han especificado detalles sobre cómo se llevarán a cabo.
Fuente: Autofacil