Un ertzaina de base se ha decidido a denunciar internamente el «despilfarro» y el «uso privado» que muchos mandos y compañeros realizan de los coches oficiales de la Ertzaintza. La asignación personal de vehículos sin distintivos es un asunto que ha abierto debates y ha generado profundas controversias entre los miembros de la Policía vasca desde hace años. Pero hasta ahora nadie había dado el paso de denunciar por los conductos reglamentarios el uso «indebido», el «descontrol» y las «lagunas jurídicas» que -a juicio de este policía- rodean la utilización que se hace del parque móvil sin distintivos en la Ertzaintza.
El ertzaina ha presentado su queja mediante dos conductos distintos. Por un lado, ha remitido un escrito a los responsables de la unidad de la Policía Científica en el que hace hincapié en los riesgos a nivel de seguridad laboral que implica el reparto que se hace de los coches en su grupo de trabajo. Este policía considera censurable que los vehículos sin distintivos que se ponen a disposición de los ertzainas para cumplir con sus obligaciones laborales dentro de su horario de trabajo -como acudir a juicios, a inspecciones oculares o a reuniones- sean «siempre» los que se encuentran en «peores condiciones».
Algunos de ellos, advierte, tienen un evidente exceso de kilometraje y no garantizan la seguridad del conductor. Por el contrario -insiste-, los automóviles «más nuevos» del garaje son los que los mandos y algún ertzaina de base «se llevan a su casa» todos los días. «A cualquiera le resultaría extraño que un jefe que jamás acude a un disturbio tuviese un casco más seguro que un ertzaina que trabaja en incidentes callejeros», enfatiza.