La rotonda es una solución que se ha popularizado mucho en España para mejorar y facilitar el tráfico en zonas con varios cruces de caminos, sin embargo, cuando el volumen de vehículos que accede es elevado, ocasiona importantes atascos.
Para resolver este problema, investigadores de la UPV (Universidad Politécnica de Valencia) han desarrollado un sistema formado por unos sensores que se implantan bajo la calzada (para detectar el paso de vehículos y determinar cuándo el volumen de tráfico es muy elevado), asociados a unos semáforos, que se activan sólo cuando es necesario.
La idea es evitar esas situaciones en las que la entrada excesiva de vehículos provoca un tapón general que impide avanzar en ninguna dirección. Con este sistema, se consigue restablecer un flujo de tráfico normal en poco tiempo, gestionando las situaciones excepcionales de una forma sencilla pero eficaz.
El sistema utilizado, que se conoce como ramp meter, ya se emplea con éxito en algunos acceso a autovías y autopistas, buscando dosificar el acceso de vehículos cuando éstas se encuentran congestionadas en exceso, aunque se ha adaptado y personalizado a las necesidades exactas de las rotondas.
En España, sin duda, tienen un buen campo de pruebas con el elevado número de rotondas existentes, pero parece una buena idea para evitar los temidos atascos en las mismas.
Fuente: Tecnocarreteras