Este Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, hasta con los muertos hace política. Y no sólo con los de la banda terrorista ETA. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se encargaba de presentar públicamente las cifras de fallecidos en la carretera en el año 2010 y también las registradas durante las pasadas vacaciones de Navidad.
Datos que, hasta el encumbramiento a la vicepresidencia del Ejecutivo de Rubalcaba, el encargado de hacerlo era el Director General de Tráfico, Pere Navarro. Según los datos oficiales del Ministerio del Interior, en 2010 fallecieron por accidentes en carretera 1.730 personas, lo que supuso un descenso de un 9,1% con respecto a las ocurridas en el año anterior. Peores cifras para la última campaña especial de la DGT: Un total de 169 personas han perdido la vida en los 146 accidentes ocurridos en las carreteras, 32 muertos más que en 2010.
Pero paralelo a este proceso ha habido un incremento exponencial de multas, a pesar de los datos que el Ministerio del Interior hace públicos. Por ejemplo, en 2005 el porcentaje de vehículos detectados por radar que superaron los 140 kilómetros por hora suponían un 6,8% de los controles, mientras que hasta octubre de 2010 tan sólo eran un 0,3%; o los “cazados” por controles de alcoholemia, que disminuyeron del 4,2% en 2003, al 1,8% hasta también octubre del pasado año.
Afán recaudatorio
Esta caída del porcentaje debería haber supuesto un menor número de sanciones, pero todo lo contrario: en 2003, la Guardia Civil impuso un total de 2.158.449 multas para un total de 22.381.585 conductores; es decir, un ratio del 9,6%. En 2009, fue de 4.868.641 sanciones para 25.732.387 conductores, un ratio de 18,9%, casi el doble que en este año de referencia.
Y es que desde el año 2003 las multas se han incrementado en 2,7 millones, un 118%, después de que, desde el año 2000 al 2003, mantuvieron un leve descenso. Además, tan sólo los conductores sólo aumentaron un 20%, como pueden comprobar en el cuadro adjunto, unos datos que indican claramente, que hay un afán –recaudatorio, por supuesto-, más allá de la prevención que enarbola Pere Navarro.
Así, es más que llamativo que las tasas de multa por Comunidades Autónomas –sin contar con Cataluña y País Vasco que tienen las competencias transferidas-, no tenga relación con los conductores de las distintas regiones.
Así, las Comunidades con más sanciones son Andalucía y Madrid, pero sus tasas son tres veces menos que Castilla-La Mancha, que mantiene un 61%, 704.914 multas sobre 1.151.388 conductores. Y es que en esta Comunidad Autónoma hay dos tramos importantes de carreteras que unen Madrid con destinos turísticos de Costa, como son la A-IV con Andalucía y la A-III con Valencia, ¿Se notará este año con la huelga de bolígrafos caídos?.
Fuente: Extraconfidencial