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El día 21 de octubre de 2022 terminó el plazo para el ejercicio del derecho de participar en el trámite abierto de audiencia y e información pública de la reforma del reglamento de tráfico. Se sigue insistiendo a la DGT de la necesidad de cambiar el Reglamento General de Circulación y actualizarlo. En este video se cuenta que se piensa que hay que cambiar, para empezar, para adaptarlo a proporcionar mejor seguridad y que hemos hecho desde IMU.

Durante el año 2021, tan solo las unidades de montaña realizaron durante el año 2021 1.035 rescates. Cierto es que 102 fueron fallecidos, 654 heridos y el resto ilesos. Las unidades de protección de la naturaleza esclarecieron 1.537 delitos contra el medio ambiente y el resto de las unidades sumaron el esclarecimiento de 603. Los componentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, durante el año 2021 realizaron 231.026 auxilios y 1.364 rescates. En el año 2020 llegaron a auxiliar a 204.663 personas y realizaron 958 rescates.

Mientras esto sigue pasando, campañas como «No podemos conducir por tí» cargan de culpa al conductor. Entonces, ¿por qué dejamos que se hagan mal las obras en las carreteras?. Este es el caso de una obra nueva en la carretera ZA-P-1102 utilizada de ejemplo que hace unos días ha servido para hacerse publicidad en los periódicos y que hoy, deja prueba indiscutible del ilícito y de la otra verdad, gastándose el dinero de los ciudadanos en tomarles el pelo.

La DGT pone en práctica la teoría del “Libre albedrio” mediante dos procedimientos, permitir el incumplimiento de la ley de forma reiterada y formar parte de ese incumplimiento y ejercer fuerza para cambiar la ley adaptándola para que no se pueda incumplir. Pero ¿Quién puede incumplirla?, no serán los ciudadanos, son y serán las administraciones públicas. Hoy por impunidad y pasividad de los que tienen la capacidad de auditar y sancionar y mañana porque la ley se adapta a que puedan hacer lo que quieran, lo que tú no puedes imaginar ni sospechar.

Existe una Galicia sin derechos y peligrosa, una Galicia olvidada por los encargados de velar por nuestra Constitución, dónde los ciudadanos se adaptan a escenarios hostiles y peligrosos y lo hacen defendiendo sus vidas, aunque luego la DGT, en su discurso lleno de cinismo, les acuse de temerarios e inconscientes… existe la otra Galicia, la que nadie quiere ver. La del olvido.

Así son estas cosas, mientras que a la DGT solo se le ocurre perseguir ciudadanos, los ciudadanos deben buscar las trampas, trampas que alterando la seguridad del espacio ponen en peligro su vida con el disfraz de lo común, más de lo mismo y trampas que pueden generar denuncias improcedentes.

Es un clásico escuchar al Ministro de Interior o al Director General de Tráfico explicar como se incrementa la mortalidad en carreteras convencionales pero, lo que nunca se ha visto, es escuchar que una gran parte de esas carreteras convencionales no cumplen la ley y ponen en peligro la seguridad de los ciudadanos ¿Por qué la DGT guarda silencio de la realidad y solo cuenta una verdad sesgada? ¿Por qué omite la información relevante como los ilícitos cometidos por los titulares de la vía?.

Cuando una administración pública como la DGT comete tantas vulneraciones de la ley y hace el ridículo de forma reiterada en sus análisis y comentarios de sus máximos representantes, el ejecutivo debería actuar de forma inmediata y si no lo hace, es que el Ministerio de Interior forman parte del mismo “Cortijo de insensatez e ilegalidad”.

Mientras la DGT nos dice que hemos mejorado en el numero de fallecimientos de motoristas durante el mes de julio, pasando de 37 en el 2019 a 30 en el 2022, la verdad es mucho más agresiva, al menos han fallecido durante el mes de julio 44 compañeros y han resultado heridos 114. Esta verdad que te contamos no es la verdad, es solo una realidad, pues los datos definitivos serán más dolorosos aún.

La DGT se ha descontrolado. Aunque la DGT diga que la ley de tráfico no es importante, nosotros debemos de saber que lo es y mucho… la DGT ha perdido el control técnico de la situación de la inseguridad vial en España y la calidad del asesoramiento ético jurídico, promoviendo desobedecer la ley.

Esta es la realidad que se escribe en el día a día de las carreteras y calles de España, una realidad llena de infracciones con capacidad de matar que llega a rodear las pistas de exámenes de la DGT y que la DGT, en el arte de tapar la mierda bajo la alfombra, sigue ocultando y no actuando, pese al riesgo y la alteración de la seguridad que sufren los ciudadanos.