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Por si alguien quiere entretenerse un poco con una simulación bastante curiosa os presento un simulador de conducción sobre google maps que ha sido realizado por el japones Katsuomi Kobayashi y puede accederse desde el navegador de un ordenador o de un telefóno móvil a través de esta web. Actualmente su autor sigue desarrollando el simulador y añadiéndole opciones para que sea mas manejable y tenga mas posibilidades. En el simulador se ofrece la posibilidad de conducir un coche o un autobús disponiendo de opciones de volante, acelerador o freno.

Además de las funciones principales, Google Maps ‘esconde’ opciones poco conocidas. ¿Quieres saber cuáles son? Sigue leyendo. Como te hemos ido desgranando en cada uno de nuestros artículos, la actualización constante a la que se somete Google Maps han hecho de esta app una de las más valoradas en Internet. Radares, límite de velocidad, estado del tráfico, gasolineras con precios actualizados, restaurantes… Lo cierto es que utilizamos esta aplicación para todo.

Desconozco si esta jugada sigue funcionando, pero aquí vemos como un usuario transportando 99 móviles en una carretilla genera un atasco virtual en la navegación de google maps, y me imagino que por consiguiente tambien se extendería a Waze. Al final pasa lo de siempre, todo sistema tiene su punto de ser trampeado y la raza humana al completo siempre dispondrá de algún individuo que se le ocurrirá la gracia de turno para poner a prueba el sistema. En el video que os pongo a continuación se ve bastante bien todo el proceso y como según el hombre anda se va generando el atasco virtual en Google Maps.

Google Street View se ha convertido en una forma sorprendentemente útil de aprender cómo funciona el mundo, sin tener que pisar la calle, con cada vez más usos y posibilidades. Uno de estos curiosos usos es conocer la probabilidad de tener un accidente de tráfico en función del sitio en el que vives, que se puede saber a través de las imágenes de Google Street View.

Científicos de una Universidad de Melbourne (Australia) han desarrollado un nuevo sistema capaz de monitorizar el estado de las señales existentes en la carretera utilizando únicamente las imágenes obtenidas de Google Street View, y su mecanismo de Inteligencia Artificial desarrollado.

Al igual que lo venía haciendo Waze, y me imagino que pudiera ser que los datos esten tomados de Waze, ya que recordemos a todos que Waze es propiedad de Google, ya podemos empezar a observar como Google Maps nos va a avisar de las ubicaciones de radares fijos. Aparte de ver el radar fijo en el mapa, con un icono para tal efecto, nos va a avisar según nos acerquemos a el para que reduzcamos en el caso de que por despiste vayamos pasados de velocidad.

En su camino por convertirse en el mejor aliado de los conductores, y como complemento a su útil navegador, Google pronto tendrá en cuenta en la información que muestre a los usuarios sobre trayectos de coche el tiempo que le va a costar aparcar, y la disponibilidad de parking en el destino.

Volvemos con el volumen II de las cazadas del cochecito de Google Street View, como decimos siempre, lo malo que tiene el estar siempre recaudando en el mismo y productivo sitio es que viene el cochecito de Google y te pilla con la hucha recaudora metiendo mano, mas todavía, al bolsillo del pobre y sufrido ciudadano que tiene que mantener los despilfarros de la casta.

El imaginativo de Google parece no acabarse y su inmersión en el sector automotriz va cada vez más en serio. Además de la creación de un coche autónomo, Google quiere ahora mejorar la seguridad y ha patentado un nuevo sistema de protección para peatones en caso de accidente. El sistema consiste en que al ser atropellado, el peatón queda pegado a la parte delantera del coche, en vez de rebotar y salir disparado hacía delante contra el asfalto.

Poco a poco vamos descubriendo nuevas utilidades relacionadas con los wearables – dispositivos inteligentes que se integran con la ropa u objetos que llevamos – que pueden resultar también de utilidad para la conservación de carreteras.

Uno tiene una dilatada experiencia tecnológica, el otro en el mercado automovilístico. En base a ello, Google y Ford podrían haberse aliado en el desarrollo de coches autónomos.