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En el inicio de este curso escolar 2022-2023 ha aparecido en Madrid una nueva señal de tráfico que esta siendo puesta en las proximidades a colegios. La señal consiste en una marca vial que se ha pintado en el suelo, señalización horizontal, para advertir a los conductores que circulan en las proximidades de zonas escolares y que reduzcan la velocidad. Esta señal viene acompañada de señales de velocidad máxima 20 km/h que es la velocidad que ha establecido la DGT en las vías próximas a centros escolares.

Los nuevos radares fijos sigue llegando a las calles de Melilla, si anteriormente vimos como ponían cuatro cabinas de radar fijo, ahora vemos como esas cuatro cabinas se amplian a seis. Supongo que les estará dando buenos resultados, todos ellos en zonas de 30 km/h por supuesto, por si alguien lo dudaba, lo que mas les gusta a los ayuntamientos desde hace tiempo. Zonas de 30 km/h que, aún aplicando el margen de error correspondiente a modo de coeficiente reductor, pueden ya multar a partir de velocidades escasísimas.

En la mayoría de los accidentes ocurridos en las ciudades, en los que se ven involucrados conductores y peatones, existe alguno de estos factores que contribuyen al mismo.

Las autoridades de transporte de Londres han tomado la medida de reducir la velocidad máxima permitida en las calles del centro de Londres a 32 kms/hora (20 mph) con el objetivo de mejorar la seguridad vial en las mismas. Esta medida se engloba dentro del ambicioso proyecto Vision Zero que busca reducir al máximo el número de accidentes en la carretera.

Así lo aseguran expertos del sector, quienes reclaman regulaciones legales más concretas antes de masificar la comercialización de este tipo de vehículos. Si bien es cierto que la llegada de los vehículos que se conducen de forma autónoma está muy cercana -muchos ya incluyen funciones como la frenada de emergencia o el aparcamiento automático- y contribuiría a salvar muchas vidas debido al menor volumen de accidentes, expertos del sector -ingenieros, promotores y hasta fabricantes- aseguran que éstos todavía no están preparados para circular abiertamente por la calle junto a los demás automóviles convencionales. En el lado opuesto se encuentra la NHTSA -Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos-, que reclama el comienzo del uso de estas tecnologías a corto plazo.

A pesar de que la respuesta más intuitiva a esta pregunta seguramente nos llevaría a decir que son más seguras las calles que cuentan únicamente con un sentido de circulación, la realidad parece que, en esta ocasión, contradice el sentido común.

Conseguir en las ciudades una cohabitación saludable entre conductores, peatones y ciclistas es un objetivo común a la mayoría de los responsables de la planificación urbana de las mismas. Si hace unos años se priorizaba claramente al coche en la gestión urbana, en la actualidad se está potenciando el bienestar tanto de los peatones que desean ir andando por la ciudad, como de los ciclistas.

En las últimas fechas se han producido en la ciudad de Londres varios casos de atropellos a ciclistas con resultados mortales que han suscitado un amplio debate social para tratar de encontrar soluciones que permitan la circulación más segura de los ciclistas en la ciudad.

Uno de los objetivos que persiguen las smartcities es la adopción de medidas que permitan ofrecer servicios de calidad a sus habitantes reduciendo los costes económicos y disminuyendo la contaminación como base de la habitabilidad y la sostenibilidad.

Los grafiteros de la ciudad rusa de Ekaterimburgo (Urales) han encontrado un original y efectivo procedimiento de obligar a las autoridades a arreglar las calles y carreteras. Los baches y desconchones en el asfalto son adornados con enormes caricaturas de los dirigentes provinciales y municipales, quienes a menudo incumplen sus promesas de acometer las necesarias obras.

Esta es una de las irregularidades que ha enumerado el concejal de IU en el Ayuntamiento de Guadalajara, José Luis Maximiliano, respecto a la empresa Santiago Cucart, S.L. que tiene adjudicada la gestión de las multas municipales. Algunos vecinos afectados han proporcionado copias de las multas recibidas a IU, por ejemplo, una que se supone que ocurrió en la calle San Sebastián número 96, cuando esa vía apenas si llega a los 20 números. Pero además, denunciaban incumplimientos en el pliego de condiciones.